martes, abril 03, 2007

Una historia del club (i)

No sé si fumarme un porro para tapar el olor o meterme una buena raya para insensibilizar la nariz

3 de abril

Como estamos en plena época pseudovacacional, con gente fuera y gente dentro, con minutos de relax y horas de trabajo atrasado, me gustaría durante esta semana recordar una vieja historia que hicimos en nuestro viejo club: Scooby, el Dr. Flagg, Kortxopan y un servidor.

Una historia del club (título provisional a espera de comisión)

Capitulo 1:

Acabo de llegar a casa, ha sido un dia mas o menos normal laboralmente hablando, un repaso a las empresas controladas por el Grupo junto a un equipo competente y beneficios para los accionistas, nada del otro mundo.

Hoy me apetecia conducir a mi, le dije a Marta (la chofer habitual de la empresa) que ya se podia ir. No he tardado mas de 15 minutos en llegar a casa con el Aston (me encanta esa elegancia británica que destila en todos sus detalles), se nota que hay gente fuera de vacaciones.


Al llegar a casa Néstor ya tenia el salón a la temperatura que yo considero ideal en estas fechas, entre 20,5 y 21 grados centigrados, un Bourbon, servido en vaso ancho con poco hielo para no aguar su profundo sabor, tan diferente al de sus congéneres escoceses. Después de intentar engancharme de nuevo a la Ilíada, (no puedo con este libro, Homero debió de tomar mucho licor de maiz cuando lo escribia) me disponía a llamar al Club para ver como funcionaban las cosas cuando recibí una enigmática llamada.

Al descolgar el teléfono Bang & Olufsen por supuesto nadie hablaba, tres repetir !Diga! varias veces escuché un profundo rumor, algo parecido a una voz de ultratumba que no conseguí entender, eran vocablos inconexos sin aparente relación entre si pero repetidos insistentemente con gran vehemencia y con la clara intención de asustarme........

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