El orlín no se me aclara las ideas.
22 de marzo
Y con la primavera volvieron tus besos a mis brazos, despertamos de la madrugada con el mismo sueño de otros dias y nos abrazamos.
En la inmensidad de este mundo, pañuelo lleno de mocos aparte, hay una gran cantidad de personajes divertidos, graciosos, tan insignificantes como estúpidos que nos sirven al resto como bufones de un espectáculo que nunca acaba. Suelen sucederse los unos a los otros y, cuando uno abre la boca, enseguida tiene una réplica que quiere ser ingeniosa, idéntica en forma, y muestra de venir de lo más profundo de un culo, tanto por calidad de expresión, como por lo novedoso de las ideas.
La cuestión vuelve a ser un defecto de base, una carencia de fundamentos, neuronas y toda una gama de ausencia de personalidad, que convierte al sujeto a estudiar en un fantasma ausente de toda independencia ética y moral, ignorante en su inmensidad alopécica.
Y es así como, una vez más, no hay rosas que valgan. ¡Ante un coño boyero habemus topado!
domingo, marzo 22, 2009
sábado, marzo 14, 2009
Cine (y van X) con restricciones
"Con dos copas más soy fácil"
14 de Marzo
Hoy llega a su fin la décima edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas. Tras unas semanas de incertidumbre, de apuros económicos y de ausencia de liquidez, el pasado viernes se inauguró una de las muestras culturales más interesantes de nuestra ciudad y, para no variar, la selección de presentadores fue, cuanto menos, decepcionante. Por un lado Carlos Hipólito cumplió sobradamente con su papel pero, a su lado, una señorita (actriz parece) propagó la vergüenza (ajena) por todo el Auditorio Alfredo Kraus con sus "prospuestas" y pérdidas en el guión.
Tras este comienzo, una semana entera de empacho cinematográfico, de buen cine, de una visión no convencional, más dura, más alternativa. A pesar de que quisiera haberme instalado cual Diegui, entre el monopol, el gabinete literario y el Cicca, no he podido asistir nada más que a unas diez películas y unos veinte cortometrajes, una muestra suficiente para felicitar, un año más, a los programadores.
Ahora sólo cabe esperar que para el próximo año, el caos que tiene instalado don Jerónimo Saavedra en el ayuntamiento, no permita la desaparición de un festival que lleva tiempo haciéndose un nombre en el panorama festivalero independiente.
14 de Marzo
Hoy llega a su fin la décima edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas. Tras unas semanas de incertidumbre, de apuros económicos y de ausencia de liquidez, el pasado viernes se inauguró una de las muestras culturales más interesantes de nuestra ciudad y, para no variar, la selección de presentadores fue, cuanto menos, decepcionante. Por un lado Carlos Hipólito cumplió sobradamente con su papel pero, a su lado, una señorita (actriz parece) propagó la vergüenza (ajena) por todo el Auditorio Alfredo Kraus con sus "prospuestas" y pérdidas en el guión.
Tras este comienzo, una semana entera de empacho cinematográfico, de buen cine, de una visión no convencional, más dura, más alternativa. A pesar de que quisiera haberme instalado cual Diegui, entre el monopol, el gabinete literario y el Cicca, no he podido asistir nada más que a unas diez películas y unos veinte cortometrajes, una muestra suficiente para felicitar, un año más, a los programadores.
Ahora sólo cabe esperar que para el próximo año, el caos que tiene instalado don Jerónimo Saavedra en el ayuntamiento, no permita la desaparición de un festival que lleva tiempo haciéndose un nombre en el panorama festivalero independiente.
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