domingo, abril 26, 2009

Ocaso y Amanecer

¿No escucháis los aplausos?

26 de Abril

Y es así como acaban todas las historias, con la espera de la siguiente estación, y con la incógnita de dónde estará esa parada y de en qué vagón llegaremos. Enarbolando la bandera blanca, con las palmas de la mano mirando a las estrellas, la frente alta y el alma marchita, rueda sobre los gastados railes de vuelta al reflejo del pasado. Visto en un cristal oscuro, iluminan el interior el fuego de los venideros, los compases de un piano desafinado latiendo en la madrugada.

Se levanta el telón, primer escenario de la obra, todos dispuestos, nos espera un par de horas con el corazón en la boca, dispuesto a latir entre los aplausos de un público abandonado a sus sentidos. Movimiento, dos golpes y preludio, comenzamos de nuevo.

L'amour est un oiseau rebelle
que nul ne peut apprivoiser,
et c'est bien en vain qu'on l'appelle,
s'il lui convient de refuser.
Rien n'y fait, menace ou prière,
l'un parle bien, l'autre se tait:
Et c'est l'autre que je préfère,
Il n'a rien dit mais il me plaît.
L'amour! l'amour! l'amour! l'amour!
L'amour est enfant de Bohême,
il n'a jamais, jamais connu de loi;
si tu ne m'aimes pas, je t'aime:
si je t'aime, prends garde à toi! etc.
L'oiseau que tu croyais surprendre
battit de l'aile et s'envola ...
l'amour est loin, tu peux l'attendre;
tu ne l'attends plus, il est là!
Tout autour de toi, vite, vite,
il vient, s'en va, puis il revient ...
tu crois le tenir, il t'évite,
tu crois l'éviter, il te tient.
L'amour! l'amour!, lamour, l'amour!

domingo, abril 19, 2009

Ocho y medio

Espera, espera que ahora levanta.

19 de Abril

A ver si pronto tengo un hueco para hablar de Estaciones.

Ocho y Medio (Nacho Vegas)

Miro al techo que ha vuelto a gotear
Hacía tiempo que no llovía así
Y cada gota golpeando contra los cacharros de metal
Me hace pensar unas veces en sangre y otras veces en ti
Lo que en realidad viene a ser lo mismo
Lo que por crueldad ahora viene a dar igual
O puede ser un ángel que una vez perdió la fe y fue expulsado
Y que ha venido a agonizar justo encima de mi hogar
Y estas gotas sean sus lágrimas
O puede que sea hora de entrar ya en razón
Y llegar a comprender que dentro de este horror
No hay literatura, no
Y eso tú lo sabes bien a fuerza de caer una y otra vez
En una trampa mortal que en el tiempo dura ya ocho años y medio
Seré muy breve: te quiero y esto duele

Y vino un pájaro a posarse en mi ventana
Tenía una ala rota y su plumaje era gris y azul
Y al acercar mi mano y comprobar que no echaba a volar
Supe de inmediato que lo enviabas tú
Lo tomé entre mis garras y lo dejé morir
Y, cuando lo hizo, aún llovía aquí
Y la sangre al gotear entre garras de animal presagió mi suerte
Como un ave que voló de Madrid hacia Gijón aún herida de muerte
Reescribendo la espiral de prometer hacerlo bien,
De cometer un nuevo error,
De no saber pedir perdon o pedirlo demasiadas veces
Y aunque ahora escupo una oración helado de terror
Ningún dios responde aún
¿Soy yo el que no ve o es que todavía no se hizo la luz?
Seré muy breve: te extraño y esto duele

Trato de encontrar una salida
Pero no recuerdo ni por dónde hemos entrado aquí
Y contemplo junto a mí el cadaver del que fui,
Según tú, en una ocasión
Y es la mancha de humedad la de la herida mortal
Impregnada en el colchón
Y ahora que te oigo llorar
En lugar de ir hacia a ti me vuelvo a anestesiar
Y me limito a subir el volumen del televisor
O me concentro en recordar para no pensar en ti
Que tendría que llamar que alguien venga a reparar
La gotera de una puta vez
Que ya cansé de recoger litros de agua gris
Gris como un metal que un día relució y que ahora es suciedad
¿Cómo se hace para amar lo que quise despreciar ya una y mil veces?
Seré muy breve: te he perdido y esto duele

viernes, abril 10, 2009

Sombras en el camino

El domingo hay que sacar la placa en procesión.

10 de Abril

Ya no encuentra las migas que le guiaban, el viento y las sombras han acabado con un antaño ya tenue rastro de vida. Arrastrando las cadenas del ayer comienza la danza de los besos perdidos, mantiene los sueños en una recámara desgastada en llanto dónde, más tarde, se sentará a recordar. Su mundo ha caido, los edificios no se tienen en pie, las ratas roen los desperdicios, engordando cada minuto, sin capacidad de saciarse.

Al otro lado del muro hay luz, se oyen risas, hay colores. No hay puerta, hueco ni rotura para traspasarlo. Corre kilómetros adentrándose cada vez más en la perdición, pero no hay paso. La furia golpea los ladrillos que se mantienen estoicos, viendo pasar lo siglos sin erosión, construidos por algún antiguo imperio de demonios.

Y mientras se cansa de amanecer, ganan fuerzas las sombras, se cierran sobre lo poco que podíamos ver, las nieblas cubren el camino. Al otro lado del muro hay luz...