domingo, febrero 19, 2006

Flaco, que bueno que viniste

Vivo en el número 7
calle melancolía
quiero mudarme hace años
al barrio de la alegría
pero siempre que lo intento
ha salido ya el tranvía
en la escalera me siento
a silbar mi melodía.

19 de febrero vacaciones y un bebé tras 9 meses

Mode critico on
Amanecía un día lluvioso, melancólico, uno de estos días que no te apetece más que quedarte bajo sábanas por lo que pueda pasar, sin embargo tus obligaciones te pueden, te levantas y tras tu monótona tarea habitual te largas al encuentro de una maravillosa lluvia. ¿Paraguas? no hombre ami me gusta esa sensación del rocío calandote hasta los huesos, como los besos que no has dado, la helada de los dedos agarrando el tocho de apuntes inservibles y sobre todo me encanta hacerlo para llegar al lugar de exámen, media hora antes de tiempo y ver como la puerta del edificío se mantiene cerrada, para ver como a la hora del exámen sigue cerrada y mientras compartes tus paranoicas suposiciones pre-exámen le recuerdas al fachilla de turno el maravilloso concierto de su defensa. Lo mejor viene cuando al fin te abren y ves como el exámen de una de las asignaturas supuestamente más mariáticas es un jodido polvo que te jode por el sitio erróneo valorándose lo menos dado y complicando innecesariamente lo conocido. Y encima el peludo de oreja sigue en su maravillosa línea "no me falles" mientras te la claco, sólo faltaría que nos mordiera las orejas.

Tambiés es fabuloso como pueden preguntar unos sí y otros no

modo critica off (por no ponerme malo no por otra cosa)

Tras ua frikitarde rodeado de material informáticoon funcionamiento a medio pelo recuperamos la sonrisa y las ganas de morir viviendo tras el fabuloso concierto con el que nos obsequio el flaco, ¡No te mueras nunca Sabina!

Y tras 9 meses cosidos a retales continuamos viviendo cada día por tí.

Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres

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