Navidad

-Ohh, blanca navidad
-¿Pero tu estás borracho hijo?


29 de Diciembre

Esta es la historia de un niño llamado Agapito que cada año esperaba impaciente la llegada de la navidad con su placa protoboard en mano.

Agapito era un niño humilde, nacido de una unión pn en un entorno adecuado en un día soleado con viento de fuerza 3 y marejadilla. El problema de Agapito es que nació sólo y cuando su madre llegó a casa y lo vió ahí nacido le dió su primera azotaina. Semejante paliza por no haber esperado a su madre por nacer traspasó los límites conocidos en el mundo de la torta. A lo largo de los años Agapito aprendió a esperar por su madre para todo: para almozar, para fusilar un dvd, para montar un oscilador, para filtrar una señal en un rango audible por el oido perruno e incluso para abrir los regalos navideños.

Hasta entonces toda la vida de Agapito transcurría de una forma más o menos normal, recibiendo menos de dos palizas anuales por falta de espera. De hecho su madre dejó de azotarlo tan pronto como empezó a hacerlo su novia. Y como no era tonto fue a mediamarkt y le dieron un ordenador que no funcionaba.

Así discurría la vida del pobre agapito hasta la navidad de 2006. Esa navidad el pobre Agapito iba a realizar sus compras tan tranquilo pensando en sus revistas pornográficas habituales de mamás noeles ligeras de ropa cuando se encontró con el malvado hombre que robó la navidad.

El malvado Benchin con la mascota de Agapito en su mano le dijo:

-Agapito, Agapito ¿por qué eres tu Agapito?

Al pobre Agapito se le arrugaron los huevos hasta juntarseles cerca de la zona rectal mientras miraba al malvado hombrecillo verde

-¿Qué quieres de mi hombrecillo verde? ¿Qué les ha hecho a mi pobre perrito? Mi mujer me mata
-Jajajaja. Has sido un chico malo Agapito, ¿qué has hecho con mis apuntes? Si quieres recuperar a tu perro tendrás que encontrar mis manuscritos sagrados antes de la undécima campanada del relos de cucú del piso de tu abuela. Si llegamos a la duodécima tu perro será el primer plato del menú del chino de siete palmas. JAJAJA

El pobre Agapito estaba terriblemente asustado, los famosos apuntes habían desaparecido en una misteriosa clase en la que algún sujeto se sintió indispuesto. Con sus enormes dudas decidió ir a consultar al sanedrín.

De este modo se dirigió Agapito al bosque de la tercera planta dónde ya todo el mundo se había preparado para recibir las navidades.

-Jo Jo Jo Feliz Navidad!
-Oh sabios consejeros vengo a someterme a vuestras santas voluntades para adquirir los conocimientos necesarios para ser un teleco de provecho!
-Bien, amigo Agapito, has aprendido bien, veo que te has mirado la práctica -dijo el gran vaquero-. Escuchamos tus preguntas.
-Mi pobre perro Romualdo ha sido secuestrado por el malvado Benchin. Para recuperar sus babas y su compañía debo proporcionarle los apuntes antes de fin de año!!
-Difícil cuestión tú planteas -opinó el hombre de la escoba- Resolverla tarea sencilla no es. El miedo lleva al examen, el examen lleva al suspenso y el suspenso lleva a los apuntes.
-Vcc=0,7+VR1+I3*R4 -Añadió furioso el vaquero
-Para encontrar los apuntes deberás recuperar la ilusión por ID -Opinó el hombre del gran sombrero.

De este modo y tras tirar una bomba de humo desaparecieroon corriendo por el pasillo lso tres hombres del Sanedrín. Agapito sabía lo que tenía que hacer, debía acudir a él. Dió tres pasos firmes y recorrió los escasos metros que le separaban de la puerta tras la que podría encontrar lo mismo un alumno atado que una vaca descuartizada. Tras ella sólo escuchó una música y una frase:

-En cada convocatoria tus sueños juegan a la lotería (Loterías y apuestas de teleco, que algo te acompañe)

¡Claro! ¡ahí estaba la solución!. Los apuntes eran una variable aleatoria con una distribución gaussiana. ¡Mira que no saberlo!. Entonces... La señal tiene ruido. ¿cuánto ruido tiene la señal?. Joder eso es un puto proceso estocástico. Y yo quería hacer una cola. Mierda.

Lo cierto es que Agapito veía claro que todo estaba oscuro. Y cuando las cosas están oscuras pides un regalo a papá noel. A lo largo de la historia siempre ha habido una solución a los problemas de la señales. Esos problemas nadie los ha entendido nunca ni tampoco sus soluciones pero los apuntes debían estar en algún lado y tal vez papá noel lo sabría. Ahora Agapito debía viajar al polo norte de la tercera planta del pabellón maligno.

-Linux es bueeeeno, Güindos es maaaalo, muy maaalooo.
-Hola Papá Noel
-Jelous amigo linusero que tal tu modulo lunar en tu ipod?
-Mal Papá Noel. Estoy buscando los apuntes perdidos para recuperar a mi perro.
-Ahh así que lo que descifré con mi DSP era cierto. Bien bien, si quieres encontrar los apuntes deberás decirle al creador que te reesamble el mundo de forma que los apuntes vuelvan a su mesa.
-Oh que sabio eres gran papá noel, iré al creador a que me lo ensamble

Por fin, Agapito tenía su solución. Ahorá sólo quedaba correr en torno al creador y conseguir sus favores.

Al localizarlo corriendo entre la cafetería y la administración mientras programaba con una mano y saltaba a la comba ardiendo con la otra Agapito sólo puso emitir un sonoro:

-Ohhhh
-Buenas noches! Que pasó!
-Oh gran creador, sé que no soy digno de mencionar tus instrucciones pero necesito de tu ayuda.
-Sí, que fue
-Necesito recuperar a mi perro secuestrado por el Benchin sin apuntes.
-¿Reservaste posición de memoria?
-Sí oh gran creador
-Pues agárrate la ROM que vamos a provocar una instrucción. Espero que tengas el puntero de pila bien definido.

Y así el creador devovió los apuntes a Benchin y a su perrito al pobre Agapito que se disponía a llevarse la paliza por haber llegado tarde a casa y con el perro en tan lamentable estado. Sin embargo como estamos en Navidad libraremos al pobre Agapito de este mal trago y le desearemos unas FELICES y muy FRIKIES FIESTAS.